Los aparatos funcionales son dispositivos ortodóncicos removibles que se utilizan principalmente en pacientes jóvenes, durante la etapa de crecimiento, para corregir problemas de desarrollo de los huesos maxilares y de alineación dental. Estos aparatos no solo influyen en la posición de los dientes, sino también en el crecimiento de las mandíbulas, guiando y promoviendo un desarrollo equilibrado de la estructura facial.
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¿Qué son los aparatos funcionales?
Los aparatos funcionales son dispositivos ortodóncicos diseñados para modificar la relación entre los maxilares superior e inferior y para corregir problemas de mordida, como la sobremordida o la mordida cruzada. A diferencia de los brackets, que trabajan directamente sobre los dientes, los aparatos funcionales actúan sobre los huesos y los músculos, aprovechando el crecimiento natural del paciente para corregir la estructura facial y la mordida.
¿Cómo funciona el tratamiento con aparatos funcionales?
El tratamiento con aparatos funcionales es diferente del tratamiento ortodóntico tradicional, ya que se enfoca en guiar el crecimiento de los huesos maxilares y mejorar la relación entre ellos. Aquí te explico cómo funciona:
- Evaluación Inicial: El tratamiento comienza con una evaluación exhaustiva del paciente. Se toman radiografías, modelos dentales y fotografías para analizar la posición de los maxilares y los dientes. Es crucial determinar el momento adecuado para iniciar el tratamiento, ya que los aparatos funcionales son más efectivos durante el crecimiento activo del paciente, generalmente entre los 7 y 12 años.
- Diseño y Colocación del Aparato: Una vez que el ortodoncista ha diseñado el plan de tratamiento, se fabrica el aparato funcional a medida del paciente. Estos aparatos pueden ser removibles o fijos, dependiendo del caso. Los más comunes son removibles y se llevan en la boca durante varias horas al día o durante la noche.
- Aparatos Bimáxilares: Estos son aparatos removibles que abarcan ambas arcadas dentales, superior e inferior, y trabajan en conjunto para modificar la relación de las mandíbulas.
- Aparatos Monomaxilares: Están diseñados para actuar sobre una sola mandíbula (superior o inferior) y se utilizan en casos específicos donde solo una de las mandíbulas necesita corrección.
- Funcionamiento del Aparato: Los aparatos funcionales aplican fuerzas suaves y continuas sobre los huesos y músculos de la boca. Estas fuerzas guían el crecimiento de los maxilares, corrigiendo la posición de la mandíbula y mejorando la alineación dental. Además, los aparatos también ayudan a reentrenar la función muscular, promoviendo hábitos como una correcta posición de la lengua y una mordida adecuada.
- Ajustes y Seguimiento: Durante el tratamiento, se programan visitas regulares al ortodoncista para realizar ajustes y monitorear el progreso. Los aparatos funcionales pueden necesitar ajustes periódicos para garantizar que se mantenga la presión adecuada y que el crecimiento de los huesos esté avanzando según lo planeado.
- Duración del Tratamiento: El tratamiento con aparatos funcionales generalmente dura entre 12 y 18 meses, dependiendo de la respuesta del paciente y del tipo de problema que se esté corrigiendo. Una vez finalizado este periodo, es posible que el paciente necesite continuar con un tratamiento ortodóntico convencional para afinar la posición de los dientes.
- Retención y Mantenimiento: Al finalizar el tratamiento, puede ser necesario el uso de retenedores para mantener los resultados obtenidos y prevenir la recidiva.
Beneficios de los aparatos funcionales:
- Guía del Crecimiento: Estos aparatos aprovechan el crecimiento natural del niño para corregir problemas de mordida y desarrollo óseo, evitando la necesidad de tratamientos más complejos en el futuro.
- Prevención de Problemas Mayores: Al corregir la estructura facial y la relación de los maxilares a una edad temprana, se pueden prevenir problemas más serios que podrían requerir cirugía o tratamientos ortodónticos más invasivos en el futuro.
- Mejora Funcional y Estética: Además de corregir la mordida, los aparatos funcionales también mejoran la apariencia facial y promueven una función correcta de la boca, como una mejor respiración y masticación.
Consideraciones:
- Compromiso del Paciente: El éxito del tratamiento depende en gran medida de que el paciente use el aparato según las indicaciones del ortodoncista. Esto puede ser un desafío para los niños, por lo que la cooperación y el apoyo de los padres son esenciales.
- Adaptación Inicial: Como cualquier dispositivo en la boca, puede haber un periodo de adaptación en el que el paciente experimente molestias o dificultades para hablar y comer, pero estas suelen desaparecer con el tiempo.
- Limitaciones en Adultos: Los aparatos funcionales son más efectivos en niños y adolescentes en crecimiento. En adultos, donde el crecimiento óseo ha terminado, estos aparatos no tienen el mismo efecto, y pueden ser necesarias otras soluciones ortodónticas o quirúrgicas.
En resumen, los aparatos funcionales son una herramienta eficaz en ortodoncia para corregir problemas de desarrollo óseo y mordida en pacientes jóvenes. Al guiar el crecimiento natural de los maxilares, estos aparatos no solo mejoran la alineación dental, sino que también contribuyen a un desarrollo facial equilibrado y a la prevención de futuros problemas ortodónticos.
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